La Marcha por la Vida comparte una visión provida que acoge a los bebés y apoya a las familias

(OSV News) -- "Permítanme decir muy sencillamente: Quiero más bebés en los Estados Unidos de América", dijo el vicepresidente JD Vance a una multitud que lo aclamaba en la 52ª Marcha Nacional por la Vida el 24 de enero.

"Quiero más niños felices en nuestro país, y quiero hermosos hombres y mujeres jóvenes que estén ansiosos por darles la bienvenida al mundo y ansiosos por criarlos", dijo. "Y es tarea de nuestro gobierno facilitar que las madres y padres jóvenes puedan permitirse tener hijos, traerlos al mundo y darles la bienvenida como las bendiciones que sabemos que son, aquí, en la Marcha por la Vida".

En su primera aparición pública tras el Día de la Toma de Posesión, Vance fue el último orador en la manifestación anual de dos horas que precedió a la caminata de los asistentes desde los terrenos del Monumento a Washington hasta el edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos. Otros oradores incluyeron al gobernador de Florida, Ron DeSantis, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, republicano de Dakota del Sur, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano de Lousiana. Es la primera vez que ambos líderes de las cámaras del Congreso asisten a una Marcha por la Vida.

Mientras que la mayoría de los oradores -- políticos y defensores de la vida -- hablaron específicamente de hacer que el aborto sea "ilegal e impensable" en un Estados Unidos post-Dobbs, Vance defendió una visión pro-familia que no sólo rechazaba el aborto, sino que también apoyaba la crianza de los hijos.

Refiriéndose a sus tres hijos pequeños, Vance, que es católico, dijo: "La tarea de nuestro movimiento es proteger la vida inocente. Es defender a los no nacidos; y también es estar a favor de la familia y de la vida en el sentido más amplio posible de esa palabra".

Como en años anteriores, la marcha atrajo a decenas de miles de personas, muchas de ellas jóvenes. Algunos viajaron más de un día en autobús, faltando a clase en institutos y universidades para unirse a otros a lo largo del National Mall en medio del frío. Llevaban carteles en los que se leía "Amenlos a ambos", "La vida es nuestra revolució