Las voces hispanas que clamaron en defensa a la vida

WASHINGTON (OSV News) -- Por definición el aborto es la interrupción del embarazo mediante la extracción o expulsión de un embrión o feto. Estas palabras científicas, frías no alcanzan a mostrar la extrema violencia que se ejerce contra un ser que se gesta en el vientre de una mujer y las profundas cargas emocionales que deja esta práctica en hombres y mujeres que algún día optaron por este camino.



La práctica del aborto inducido ocurre en un brevísimo tiempo, de 5 a 10 minutos, según lo indica la página de Planned Parenthood. Que nos calcen una muela demora más. Por su parte, el Papa Francisco dijo -- en su vuelo de regreso de Luxemburgo y Bélgica el año pasado -- que el aborto "es un homicidio" y que el médico que lo practica "es un sicario".



Este 24 de enero, miles de personas -- incluidos miles de hispanos provenientes de diferentes estados del país -- se sumaron a esta Marcha por La Vida para hacer un llamado de conciencia en defensa de la vida desde el primer momento en que ocurre: la concepción.

OSV News acompañó a varios marchantes hispanos que, pese a las bajas temperaturas, asistieron para elevar su voz de protesta contra el aborto. Rossnat Rodríguez, es miembro de Alianza por la Vida y participó de la marcha junto a su esposo y otros miembros de la comunidad parroquial de San Antonio de Padua, en Falls Church, Virginia. "Todos los años venimos a prestar nuestras voces en favor de los no nacidos, para que se defienda la vida en todas sus etapas", dijo Rodríguez."Marchamos porque queremos defender la vida, queremos salvar los buenos hábitos en la cultura latina especialmente y también por la justicia, la justicia de todos, para que podamos tener la libertad de expresión y realmente defender a los no nacidos y a las personas también de tercera edad", aseguró Rodríguez quien invitó a todos "a que se sumen en esta alianza para que podamos juntar nuestras voces y poder defender a todos los no nacidos".Así mismo, Marcela Rojas, quien viajó con un grupo de 75 hombres y mujeres católicos desde White Plains, Nueva York, compartió una reflexión a "todas aquellas mamás o aquellas personas que están pasando por momentos en que no desean tener a su bebé, solo que tomen conciencia, que no están solas". "Busquen ayuda, hay salidas para no abortar, hay salidas para sentirse mejor y para poder dar ese sí a esa vida", afirmó Rojas, quien añadió que "nuestro cuerpo es nuestro cuerpo y en él nadie manda, pero dentro de nuestro ser, de nuestro vientre, hay una vida en la cual ya no mandamos, en esa vida ya no elegimos. Ya es otra vida que no nos pertenece y nosotros no somos quienes para decidir si vive o no vive".Axel Tavares, de 24 años, viajó a Washington D.C. desde Raleigh, Carolina del Norte, para participar por primera vez de esta multitudinaria marcha acompañando a otros quince jóvenes de su diócesis para "marchar por aquellos que no tienen voz" y añadió que "si no defendemos la vida, podemos, no sé, evitar que nazca un próximo santo, un próximo Papa"."Sabemos que cada vida es un regalo de Dios, cada quien tiene un propósito, cada quien tiene una misión en este mundo que Dios nos ha encargado", concluyó Tavares.Por su parte, Adela, una feligresa de la parroquia San José Patrón de Brooklyn, Nueva York, comentó que es madre de una hija de 28 años y un hijo de 24. "Al varón yo le hablo de esto de que no es bueno embarazar y dejarlos o que vayan a abortar, entonces él ha aprendido y habla con otros jóvenes. También él es voz de los que no tienen voz".A veces, parece que ser pro-vida es ir contra la corriente. Según cifras de Pew Research Center publicadas en mayo del 2024, las recientes tendencias muestran que "la mayoría de los adultos de todos los grupos raciales y étnicos expresan su apoyo al aborto legal". "Alrededor de tres cuartas partes de los adultos asiáticos (76 %) y de raza negra (73 %) dicen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, al igual que el 60 % de los adultos blancos y el 59 % de los adultos hispanos", reveló este estudio. Michelle Rivera tiene 19 años, vive en San Diego, California, y cada año asiste a esta cita con la vida pues es coordinadora de América Latina para la organización Pro-Life Global, cuya misión es "formar y empoderar a los líderes cristianos para que luchen por la vida". "Los jóvenes somos la nueva generación entonces nuestra voz importa", dijo Rivera quien agregó que "si queremos que la cultura de muerte cambie a una cultura de vida, entonces, los jóvenes somos los encargados de hacer la diferencia para ser esa voz que va a ir y va a salvar a un bebé con una mamá o va a ser una abogada o un gobernador que puede hacer un cambio en una ley". Para Rivera, la participación de los jóvenes en estas iniciativas y discusiones son fundamentales. "Si nos importa nuestro futuro, tenemos que ser parte de estas cosas", puntualizó.

La noche previa a la marcha, durante la Vigilia Nacional de Oración por la Vida en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, el arzobispo Joseph F. Naumann de Kansas City, Kansas, le pidió a los 5.500 feligreses presentes que intensificaran sus esfuerzos para construir una cultura de la vida. Y añadió que esto debe continuar incluso en medio de derrotas. Según datos del Instituto Guttmacher, a pesar de las prohibiciones relacionadas al aborto en varios estados después que la decision Roe vs. Wade fuera anulada por la Corte Suprema en 2022, las tasas generales de aborto en Estados Unidos parecen haber aumentado. En 2023, se practicaron 1.037.000 abortos en el sistema de salud formal de EE.UU. Actualmente, la mayoría (el 63%) de los abortos en este país son inducidos por medicamentos, según el Instituto Guttmacher.

La misma organización también señaló que en todo el mundo se producen alrededor de 73,3 millones de abortos al año.

Lucía González, de 29 años, vive en Washington D.C. y trabaja con CitizenGO, una organización con presencia en 25 países que aboga por causas pro-vida, familia y libertad ante distintas instancias gubernamentales. Para ella es alentador ver que familias con niños y personas de la tercera edad acudieron masivamente a la marcha. "Nunca se es muy joven o muy viejo para defender la vida". González asegura que el aborto es la mayor causa de muerte en los Estados Unidos y que "un millón de abortos en un año, realmente no tienen justificación. Tenemos que defender la vida y defender a los más vulnerables", afirmó.

---Marietha Góngora V. escribe para OSV News desde Washington.