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Apr. 17 2024

Los trabajadores fallecidos en el colapso de puente tenían el sueño de un mejor futuro

byAndrea Acosta, OSV News

Fotos de cascos de construcción representado a los seis trabajadores que fallecieron el 26 de marzo del 2024 en el colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore. Trabajadores de la construcción se unieron el 29 de marzo, 2024, en una actividad organizada por la organización sin fines de lucro CASA, para dar el pésame a los afectados, hablar de su labor y el riesgo que implica, orar y dar testimonio. (Foto OSV News/cortesía de CASA)



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(OSV News) -- Como era habitual, el inmigrante salvadoreño Miguel Luna salió de su casa el lunes 25 de marzo de 2024 a las 6:30 p.m. para realizar su labor diaria de reparar los hoyos en las calles y autopistas. En esta oportunidad no iba a regresar a casa. Esa madrugada tenía que trabajar en la vía donde circulaban los autos sobre el puente Francis Scott Key, en Baltimore.

Este residente de Maryland por 19 años y padre de tres hijos jamás imaginó la tragedia que le tocaría vivir.

El puente, parte de la autopista Interestatal 695 de Maryland, se desplomó a la 1:30 a.m. del 26 de marzo, cuando el barco portacontenedores "Dali" (de 900 pies) perdió energía repentinamente y colisionó contra uno de sus pilares.

"Por favor, quiero que mi esposo regrese a casa", fueron las palabras que su esposa envió a la prensa el mismo día que se cayó el puente. A Luna se le da por fallecido, aunque sus restos no han sido hallados y sus seres queridos ni siquiera tienen un cuerpo inerte ante el cual orar, llorar y darle el último adiós.

En el mismo puente, en el momento de la colisión, estaba trabajando en construcción el inmigrante hondureño Maynor Suazo Sandoval. Después de 17 años de sacrificios en Estados Unidos, seguía su ardua labor, pero mantenía el sueño de abrir un pequeño negocio en Baltimore.

Su hermano describe a Suazo Sandoval como una persona con talento para todo lo relacionado con la maquinaria. "Siempre estaba lleno de alegría y aportaba mucho humor a nuestra familia", expresó a través de un comunicado de la organización comunitaria CASA.

Suazo Sandoval iba a cumplir años el 27 de abril y la familia estaba haciendo los preparativos. La alegría se tornó en luto para la viuda y sus dos hijos. El 5 de abril los equipos de buceo recuperaron sus restos.

Los familiares de Luna no pueden cerrar el capítulo y siguen esperando aunque sea sus restos. Se les hace muy difícil superar el dolor y hablar con la prensa.

Además de estos dos miembros de CASA, otros cuatro trabajadores fallecieron en el colapso del puente: Dorlian Cabrera, Alejandro Hernández Fuentes, José Mynor López y un hombre no identificado. Los cuerpos de tres de los seis trabajadores que fallecieron aún están desaparecidos. Dos inmigrantes lograron sobrevivir. Uno de ellos fue hospitalizado, pero ya se le dio de alta.

En la tragedia, varios autos se precipitaron al río Patapsco. Afortunadamente, todos en el barco están a salvo e ilesos.

Varias horas después del derrumbe se llevó a cabo una Misa en memoria de los fallecidos y en apoyo a los sobrevivientes. Más de 200 personas acudieron a la catedral de María Nuestra Reina en Baltimore. Otra Misa se llevó a cabo el día de la tragedia en la parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo para rezar por todos los afectados por la tragedia.

Trabajadores de la construcción se unieron el Viernes Santo, en una actividad organizada por CASA, para dar el pésame a los afectados, hablar de su labor y el riesgo que implica, orar y dar testimonio. Se colocaron 6 cascos en círculo en memoria de los fallecidos.

La construcción del puente en Baltimore se realizó entre los años 1972 y 1977. Tenía cuatro vías, medía 1,6 millas y circulaban más de 30.000 vehículos al día y 11,3 millones de vehículos al año. Según reportes de Reuters, el gobierno otorgó al estado de Maryland 60 millones de dólares en fondos de emergencia para reconstruir el puente.

Como se ha recalcado en varios reportes sobre esta tragedia, los trabajadores fallecidos y heridos llegaron a Estados Unidos desde México y Centroamérica a hacer una labor que nadie quiere hacer.

Según el comunicado de CASA, en Washington D.C. y Baltimore, un 37% de los trabajadores de construcción inmigrantes son de El Salvador, un 12% de Guatemala, un 11% de Honduras y 11% de México. Los salvadoreños y hondureños que llegaron hace décadas cuentan con TPS, pero los que llegaron en la última década, guatemaltecos y mexicanos no tienen el estatus de protección temporal.

"Hay tanto odio contra los inmigrantes que es fácil olvidar el trabajo que hacen los hispanos, incluyendo los indocumentados, porque es invisible. Trabajan a altas horas de la noche, en la oscuridad, en el frío y con lluvia arreglando hoyos en las vías en el puente para que nosotros que trabajamos de día tengamos una vida más cómoda", dijo Jossie Flor Sapunar, portavoz de CASA. "El sueño, la esperanza, es que estas pérdidas no sean en vano".

Ella dijo que están pidiendo que el gobierno de Biden se acuerde de estas personas que hacen un trabajo invisible y haga algo. Algunas de las ideas que comentó fue la posibilidad que la administración otorgue un permiso de trabajo al mayor número de trabajadores inmigrantes, en especial a los que llevan años en EE.UU. y hacen un trabajo esencial, a fin de que puedan tener seguro, días pagados de enfermedad y otros beneficios.

"Las familias están angustiadas, lamentando la pérdida de sus seres queridos. Tenían el sueño de un futuro mejor para ellos y sus familias y tomaron la valiente decisión de viajar a este país en busca de un futuro mejor. Vemos la historia de Maynor y Miguel, que construyeron puentes para conectar comunidades, no muros para dividirlas. Hoy y siempre les honramos a ellos y sus sacrificios", expresó CASA el 27 de marzo en un comunicado.

En una carta al presidente Biden, el 2 de abril, líderes empresariales de ABIC (American Business Immigration Coalition) manifestaron: "Lo ocurrido en el puente es una trágica ilustración de la vulnerabilidad de los trabajadores inmigrantes... Muchos trabajadores de nuestra industria llevan aquí, contribuyendo a nuestra economía, 5, 10 e incluso 20 años sin estatus legal. Al ampliarles los permisos de trabajo, se honrará el honrado trabajo" de los fallecidos.

La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), calcula que la economía estadounidense crecerá 7 billones de dólares más en los próximos diez años, gracias en parte a la inmigración. Los inmigrantes apoyan a las comunidades, son consumidores y contribuyentes, pagan 525 mil millones de dólares en impuestos -- dinero que ayuda a mantener las escuelas y los programas de bienestar social.

"Son trabajadores esenciales que merecen dignidad y respeto, y deberían ser protegidos con toda la amplitud de las políticas de inmigración que este país puede ofrecer", según CASA, que agrupa a más de 155.000 miembros de la clase trabajadora, incluyendo hispanos y otros inmigrantes en 46 estados.

El puente y la vía navegable permanecerán cerrados durante algún tiempo, lo que afectará a los puestos de trabajo y a los medios de subsistencia de comunidades que ya sufren dificultades y carecen de servicios, según las organizaciones Maryland Nonprofits y Maryland Latinos Unidos.

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