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May. 1 2025

Miles de personas llenan las calles de Roma para dar el último adiós al Papa Francisco

byarlo Acutis: genio de la informática, devoto de la Eucaristía y primer santo millennialPor Meg Hunter-Kilmer, OSV News

Los portadores del féretro llevan el ataúd del Papa Francisco a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma el 26 de abril de 2025, antes de su entierro. El Papa pidió ser enterrado en la basílica mariana tras su Misa de exequias en el Vaticano. (Foto CNS/Lola Gomez)



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ews) -- El Beato Carlo Acutis tenía una PlayStation, le gustaba hacer vídeos graciosos con sus amigos y su dibujo animado favorito era "Pokémon". El 22 de febrero de 2020 se anunció que el Papa Francisco había aprobado un milagro atribuido a Carlo Acutis, lo que permitió su beatificación, celebrada a finales de ese mismo año en Asís, donde descansan sus restos. Según se informó, en 2013 su intercesión ayudó a sanar a un niño brasileño que sufría una rara enfermedad del páncreas. En mayo de 2024, el Papa Francisco aprobó un segundo milagro atribuido a Carlo: la recuperación inesperada de una joven costarricense que en 2022 sufrió un traumatismo de cráneo tras un accidente en bicicleta, mientras estudiaba en una universidad de Florencia, Italia. Aquel milagro hizo posible su canonización.La madre de Acutis, Antonia, no se explica cómo nació en su hijo ese amor por Jesús. Si bien fue bautizado de bebé, la familia no practicaba la fe. Tal vez fue su niñera polaca quien le habló de Jesús. Sea cual fuere el origen, Carlo sintió desde muy pequeño un profundo amor por el Señor: cuando pasaban frente a una iglesia en su barrio de Milán, le pedía a su madre -- que lo miraba desconcertada -- si podían entrar a visitar a Jesús. Incluso insistía en llevar flores para dejarlas a los pies de la Virgen María.Antonia no sabía qué hacer con la fervorosa devoción de su hijo, y no se sentía preparada para responder a tantas inquietudes. Pero a medida que Carlo preguntaba, ella también comenzó a cuestionarse sobre muchas cosas. Con el tiempo, la curiosidad de su hijo la llevó a inscribirse en clases de teología. No solo volvió a ir a Misa, sino que ahora Antonia se sumergía de lleno en su fe, todo gracias a Carlo. "Fue como un pequeño salvador para mí", dijo en una entrevista publicada en 2019.Su amor por la Eucaristía lo llevó a pedir permiso para recibirla antes de la edad habitual. A los 7 años, Carlo tomó su Primera Comunión y, desde ese día, nunca más faltó a Misa. Iba todos los días, no solo los domingos. Siempre dedicaba unos minutos a rezar en silencio frente al sagrario. Sus padres solían acompañarlo, pero otras veces iba solo. Cuando viajaban, lo primero que hacía era buscar una iglesia y averiguar los horarios de Misa. Si bien sus padres no siempre iban con él, Carlo nunca dejaba de asistir. Iba todos los días.Y viajaban bastante. Su profundo amor por María -- a quien llamaba "la única mujer en mi vida" -- llevó a la familia a visitar diversos lugares de Europa donde se apareció la Virgen. Pero sus peregrinaciones adquirieron una nueva intención cuando, a los 11 años, Carlo tuvo una idea.Tras recibir su Primera Comunión, empezó a lamentarse por la cantidad de personas que no iban a Misa. "Hacen fila durante horas para ir a un concierto", solía decir, "pero no pasan ni un minuto frente al sagrario". Con el deseo de acercar almas a Jesús, el joven se dedicó a investigar sobre los milagros eucarísticos.Estaba convencido de que, si la gente conocía los milagros de Lanciano, Poznan y tantos otros reconocidos por la Iglesia, no podría mantenerse alejada de la Santa Misa. Por eso, Carlo comenzó a investigar, llevando a sus padres de un santuario a otro con el fin de tomar fotos para el sitio web que estaba creando.Esto fue en 2002, pero Carlo ya era un prodigio de la tecnología. Cuando tenía apenas 8 o 9 añ