El Papa pregunta: Cuando escuchamos gritos pidiendo ayuda, ¿respondemos con amor?
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Al canonizar a siete nuevos santos en el Domingo Mundial de las Misiones, el Papa León XIV dijo que Dios está presente dondequiera que haya inocentes sufriendo, y que su forma de justicia es el perdón.
"Dios hace justicia a todos, entregando su vida por todos", dijo en su homilía durante la Misa de canonización en la Plaza de San Pedro el 19 de octubre, el penúltimo domingo de octubre, cuando la Iglesia reza por los misioneros y sus esfuerzos en la evangelización, la educación, la atención médica y otros ministerios.
"Es esta fe, precisamente, la que sostiene nuestro compromiso con la justicia, porque creemos que Dios salva al mundo por amor, liberándonos del fatalismo", dijo. "Cuando escuchamos la llamada de quien está en dificultad, ¿somos testigos del amor del Padre, como Cristo lo ha sido para todos?".
Jesús "es el humilde que llama a los prepotentes a la conversión, el justo que nos hace justos", dijo.
Durante la segunda ceremonia de canonización de su pontificado, el Papa León declaró santos a siete hombres y mujeres de los siglos XIX al XXI, entre ellos los primeros santos de Venezuela: Santa María Rendiles Martínez y San José Gregorio Hernández Cisneros.
Santa Rendiles fue la fundadora venezolana de la Congregación de las Siervas de Jesús, nacida en Caracas en 1903 y fallecida en 1977. San Hernández nació en 1864 y se convirtió en franciscano de la tercera orden. Médico venezolano, se le conoció como "el médico de los pobres" y murió en un accidente en 1919 cuando iba a ayudar a un paciente.
El Santo Padre también canonizó a:
-- San Ignacio Maloyan, arzobispo católico armenio mártir de Mardin, en la actual Turquía; nacido en 1869, fue arrestado, torturado y ejecutado en Turquía en 1915.
-- San Pedro To Rot, catequista laico mártir, esposo y padre de Papúa Nueva Guinea. Nacido en 1912, fue arrestado en 1945 durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial y asesinado mediante inyección letal mientras se encontraba en prisión.
-- Santa Vincenza Maria Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia de Verona, Italia; vivió entre 1802 y 1855.
-- Santa María Troncatti, hermana salesiana nacida en Italia en 1883 que se convirtió en misionera en Ecuador en 1922. Murió en un accidente aéreo en 1969.
-- San Bartolo Longo, abogado italiano nacido en 1841. Había sido un militante opositor de la Iglesia y se había involucrado en el ocultismo, pero se convirtió, dedicándose a la caridad y a la construcción del Santuario Pontificio de la Santísima Virgen del Rosario de Pompeya. Murió en 1926.
El Papa León calificó a los nuevos santos como "fieles amigos de Cristo", que "no son héroes, o paladines de un ideal cualquiera, sino hombres y mujeres auténtico s", mártires por su fe, evangelizadores, misioneros, fundadores carismáticos y "bienhechores de la humanidad".
Tener fe en la tierra es lo que "sostiene la esperanza del cielo", dijo el Papa en su homilía.
De hecho, Cristo les habla a sus discípulos de la necesidad de "orar siempre" sin cansarse, dijo. "Como la respiración sostiene la vida del cuerpo, así la oración sostiene la vida del alma. La fe, ciertamente, se expresa en la oración y la oración auténtica vive de la fe".
En su parábola de la viuda persistente en la lectura del Evangelio del día (Lc 18, 1-8), Jesús pregunta a sus discípulos si creen que Dios es un juez justo con todos y "si creemos que el Padre quiere siempre nuestro bien y la salvación de cada persona".
Es importante preguntarlo porque hay dos tentaciones que ponen a prueba esta creencia, dijo el Papa. La primera tentación "toma fuerza en el escándalo del mal, llevándonos a pensar que Dios no escucha el llanto de los oprimidos ni tiene piedad del dolor inocente".
"La segunda tentación es la pretensión de que Dios deba actuar como queremos nosotros. Entonces, la oración deja de ser tal para convertirse en una orden, con la cual enseñamos a Dios cómo ser justo y eficaz", dijo.
Pero Jesús "nos libra de ambas tentaciones", especialmente con sus palabras durante su pasión: "Padre, hágase tu voluntad", dijo el Papa León.
"La cruz de Cristo revela la justicia de Dios. Y la justicia de Dios es el perdón. Él ve el mal y lo redime, cargándolo sobre sí", dijo. "Cuando estamos crucificados por el dolor y por la violencia, por el odio y por la guerra, Cristo está ya ahí, en la cruz por nosotros y con nosotros".
"No hay llanto que Dios no consuele, no hay lágrima que esté lejos de su corazón", dijo. "El Señor nos escucha, nos abraza como somos, para hacernos como es Él".
"En cambio, quien rechaza la misericordia de Dios permanece incapaz de misericordia para con el prójimo. Quien no acoge la paz como un don, no sabrá dar la paz", afirmó.Jesús invita a los fieles "a la esperanza y a la acción", y pregunta: "Cuándo el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe en la providencia de Dios?", dijo el Papa.
Después de la Misa y antes de rezar el Ángelus, el Papa León agradeció a los líderes y dignatarios de diferentes países que asistieron a la misa de canonización, entre ellos el presidente italiano Sergio Mattarella y el presidente libanés Joseph Khalil Aoun.
Dijo a las cerca de 70.000 personas presentes que "hoy es el Día Mundial de las Misiones".
Si bien toda la Iglesia es misionera, "en este día rezamos especialmente por aquellos hombres y mujeres que lo han dejado todo para llevar el Evangelio a quienes no lo conocen", afirmó. "Son misioneros de esperanza entre los pueblos".

















