El matrimonio es una vocación noble y elevada, un camino hacia la santidad, afirma el Papa León
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El matrimonio sacramental y la vida familiar tradicional aumentan la alegría en los buenos momentos, dan fuerza en los momentos difíciles y son un camino hacia la verdadera santidad, afirmó el Papa León XIV.
Con motivo del décimo aniversario de la canonización de los santos Luis y Celia Martín, padres de Santa Teresita de Lisieux, el Papa León afirmó que la pareja "da testimonio del gozo profundo y la felicidad indescriptible que Dios concede, ya en esta vida y para la eternidad, a quienes se comprometen en este camino de fidelidad y fecundidad".
Los comentarios del Papa se publicaron en un mensaje dirigido al obispo Bruno Feillet de Séez, Francia, diócesis de origen de la familia Martín. El mensaje fue publicado en el Vaticano el 18 de octubre, fecha del aniversario en el que los Martin se convirtieron en "el primer matrimonio en ser canonizado como tal", dijo el Papa.
En una época en la que gran parte de los medios de comunicación y la cultura popular parecen presentar el matrimonio para toda la vida y el compromiso con la vida familiar como algo "anticuado y aburrido", dijo el Papa, "Luis y Celia Martin dan testimonio de que no es así: eran felices --¡profundamente felices!-- dando vida, irradiando y transmitiendo la fe, viendo a sus hijas crecer y florecer bajo la mirada del Señor".
La vida de los santos Luis y Celia Martin destaca "el matrimonio como camino hacia la santidad", escribió el Papa. "Entre las vocaciones a las que Dios llama a hombres y mujeres, el matrimonio es una de las más nobles y elevadas".
Cualquiera que tenga "un sincero deseo de llevar una vida hermosa y buena bajo la mirada del Señor, tanto en la alegría como en las pruebas", debería inspirarse en los Martin, dijo.
Son "el modelo de pareja que la santa Iglesia presenta a los jóvenes que desean --quizás con vacilación--embarcarse en tan hermosa aventura", dijo el Papa León. Son "modelo de fidelidad y atención mutua, un modelo de fervor y perseverancia en la fe, de educación cristiana de los hijos, de generosidad en el ejercicio de la caridad y de la justicia social; modelo también de confianza en los momentos de prueba".

















