Defensores de derechos humanos exigen que se investigue la misteriosa muerte de misionero en Venezuela
CARACAS, Venezuela (OSV News) -- Parroquias y organizaciones de derechos humanos venezolanas exigen una investigación "confiable, expedita y transparente" sobre la muerte del padre Josiah K'Okal, un misionero que desapareció el 1 de enero y fue encontrado muerto el siguiente día cerca del pueblo de Tucupita.
La carta, que pedía una investigación justa sobre la muerte del sacerdote fue firmada por 336 organizaciones e individuos.
Douglas Rico, director de la unidad de investigaciones criminales de Venezuela, anunció el 3 de enero que el sacerdote de 54 años se había suicidado y agregó que se vio una cuerda junto a un lugar apartado en el bosque donde se encontró su cuerpo.
Dos días después, un grupo de más de 130 organizaciones, entre ellas grupos religiosos, parroquias, grupos de derechos humanos y universidades, protestaron contra la declaración del funcionario y firmaron una carta que cuestiona las conclusiones del gobierno.
"El padre K'Okal era un defensor de los DDHH. Y los defensores se arriesgan cuando actúan, cuando denuncian, por lo que deben ser protegidos", dice la carta. "Sus profundas convicciones espirituales generan dudas razonables sobre esa hipótesis (del gobierno)".
Mientras tanto un ministerio indígena fundado por el padre K'Okal en el vicariato apostólico de Tucupita pidió que se "respete" su memoria.
"Exigimos que cese la difusión de informaciones mal sanas que denigran la memoria del Padre K'Okal y nos causan tanto dolor", dijo en un comunicado el Ministerio Indígena de Tucupita y animó a los medios de comunicación a hablar de "sus enseñanzas, su trabajo misionero, su pasión por la evangelización, su deseo de unidad y fraternidad, su cercanía al más necesitado y el inmenso Amor por las cultura".
El padre K'Okal nació en Kenia, donde ingresó al sacerdocio cuando tenía poco más de 20 años.
Llegó a Venezuela en 1997 como miembro de los Misioneros de la Consolata, una orden religiosa que tiene varias misiones en zonas remotas de África y América del Sur.
Desde 2005, el padre K'Okal había estado ministrando a los pueblos indígenas Warao en el noreste de Venezuela, aprendiendo su idioma y sus tradiciones, al mismo tiempo que hablaba sobre sus problemas y atendía sus necesidades espirituales.
El Pueblo Warao se ha visto gravemente afectada por la crisis económica de Venezuela, y aproximadamente 6.800 de sus miembros ahora viven en ciudades del vecino Brasil, mientras luchan contra la escasez de combustible, la inflación y un colapso del sistema de salud del país que han dificultado quedarse en los pequeños pueblos Warao.
En 2022, el padre K'Okal obtuvo una maestría en antropología y había escrito una tesis sobre las condiciones que enfrentan los refugiados Warao. También impartió cursos de derechos humanos, tradujo oraciones y partes de la Biblia al warao y estableció un ministerio para los pueblos indígenas en el Vicariato Apostólico de Tucupita.
"Era muy humilde pero también carismático", dijo el padre Juan Carlos Greco, miembro de la orden de la Consolata, en un podcast publicado en el sitio web del grupo.
"Se sentaba con niños y ancianos para aprender sobre su lengua, su cultura, sus mitos y su historia. Y después de convertirse en su discípulo, comenzó a mostrarles el Evangelio desde una perspectiva diferente".
Cientos de personas asistieron al funeral del padre K'Okal el 12 de enero y caminaron junto a su cuerpo mientras lo llevaban desde una morgue en Tucupita a la catedral de la ciudad. Algunos de los indígenas llevaban sus tocados tradicionales y otros llevaban bastones ceremoniales, formando una guardia de honor para el ataúd del sacerdote cuando entraba al edificio.
Los líderes de la Iglesia en Venezuela se han abstenido de discutir las razones de la muerte del padre K'Okal y, en cambio, se están centrando en resaltar su legado.
"La vida entregada y sacrificada del Padre Josiah K'Okal, nos llena de consolación y nos reta a seguir acompañado a esas comunidades que necesitan de buenos pastores y pastoras", dijo el obispo auxiliar Lisandro Rivas de Caracas, en un comunicado publicado en X, antes Twitter.
"Que la vida del Padre K'Okal sea esa levadura para seguir siendo portadores de vida, hombres y mujeres que comunicamos esperanza", dijo el obispo en un vídeo mensaje.- - -Manuel Rueda escribe para OSV News desde Caracas, Venezuela.- - -BREVE: CARACAS, Venezuela (OSV News) -- Parroquias y organizaciones de derechos humanos venezolanas exigen una investigación "confiable, expedita y transparente" sobre la muerte del padre Josiah K'Okal, un misionero que desapareció el 1 de enero y lo encontraron muerto al día siguiente cerca del pueblo de Tucupita. La carta pidiendo una investigación justa sobre la muerte del sacerdote fue firmada por 336 organizaciones e individuos. Douglas Rico, director de la unidad de investigaciones criminales de Venezuela, anunció el 3 de enero que el sacerdote de 54 años se había suicidado y agregó que se vio una cuerda junto a un lugar apartado en el bosque donde se encontró su cuerpo. Dos días después, un grupo de más de 130 organizaciones, entre ellas grupos religiosos, parroquias, grupos de derechos humanos y universidades, protestaron por la declaración del funcionario y firmaron una carta que cuestiona las conclusiones del gobierno. "El padre K'Okal era un defensor de los DDHH y los defensores se arriesgan cuando actúan, cuando denuncian, por lo que deben ser protegidos", se lee en la carta. "Sus profundas convicciones espirituales generan dudas razonables sobre esa hipótesis (del gobierno)". Mientras tanto, un ministerio indígena fundado por el padre K'Okal en el vicariato apostólico de Tucupita pidió "respetar" su memoria.