-- Los sacerdotes y feligreses deben estar "listos y dispuestos a ayudar" al histórico flujo de migrantes que ingresan a Massachusetts, escribió el cardenal Seán P. O'Malley de Boston en una carta dirigida a las parroquias el pasado 23 de octubre.

En su misiva, el cardenal O'Malley señaló que "la arquidiócesis en su conjunto" podría verse en la necesidad de proporcionar "atención crítica a corto plazo y refugio en el sentido bíblico de 'dar la bienvenida al extraño'" para que las familias de migrantes no queden sin hogar en el invierno.

Siete mil familias de migrantes, en su mayoría haitianos que huyen de la violencia y la pobreza, han colapsado el sistema de refugios de Massachusetts en el último año. El 16 de octubre, la gobernadora Maura Healey manifestó que los refugios estatales, incluyendo aquellos dirigidos por la Arquidiócesis de Boston, solo tienen espacio para 7.500 familias, un límite que probablemente se alcanzará a fines de octubre.

El cardenal O'Malley solicitó a las parroquias que ofrecieran sus propios edificios como espacio de refugio si tenía las posibilidades de hacerlo. "El desafío es local en el sentido de que solo algunas de las vecindades y comunidades parroquiales contarán con refugios en sus áreas", escribió. "Sin embargo, el desafío es para todos nosotros como arquidiócesis".

Además, el cardenal O'Malley pidió a las parroquias que organicen campañas de donación de ropa de invierno, botas, pañales, y artículos de tocador. Haití es un país tropical y la mayoría de los migrantes no tienen ropa abrigada. Las prendas y artículos de tocador se aceptarán hasta el 18 de noviembre, luego serán recolectados y distribuidos por la Sociedad de San Vicente de Paúl.

Añadió que Caridades Católicas de Boston, el Centro Santa María para Mujeres, y la Oficina de Planificación Arquidiocesana para Asuntos Urbanos han "trabajado estrechamente" con la gobernadora Healey y la vicegobernadora Kim Driscoll para abordar la crisis.

Asimismo, las parroquias en forma individual han proporcionado refugio y otros recursos a los migrantes.

"La arquidiócesis ha ofrecido apoyo a estas parroquias", escribió el cardenal O'Malley, "y continuaremos ofreciendo ayuda a todas las parroquias y comunidades de las que aún no tengamos conocimiento que requieren asistencia".

El cardenal O'Malley concluyó su carta señalando que la crisis de migrantes "solo va a ir en aumento".

"Ofrezco esta invitación en el espíritu del Papa Francisco, quien nos ha pedido como católicos que prestemos atención a las 'periferias' de la sociedad donde se encuentra el sufrimiento", escribió. "En nuestro tiempo, los migrantes y refugiados se encuentran entre las personas más vulnerables en Estados Unidos. Mi esperanza y deseo es que como Iglesia respondamos generosa y efectivamente".---Wes Cipolla forma parte del personal de The Pilot, el periódico de la Arquidiócesis de Boston.

---BRIEF: BRAINTREE, Massachusetts (OSV News) -- Los sacerdotes y feligreses deben estar "listos y dispuestos a ayudar" al histórico flujo de migrantes que ingresan a Massachusetts, escribió el cardenal Seán P. O'Malley de Boston en una carta dirigida a las parroquias el pasado 23 de octubre. En su misiva, el cardenal O'Malley señaló que "la arquidiócesis en su conjunto" podría verse en la necesidad de proporcionar "atención crítica a corto plazo y refugio en el sentido bíblico de 'dar la bienvenida al extraño'" para que las familias de migrantes no queden sin hogar en el invierno. Siete mil familias de migrantes, en su mayoría haitianos que huyen de la violencia y la pobreza, han colapsado el sistema de refugios de Massachusetts en el último año. El 16 de octubre, la gobernadora Maura Healey manifestó que los refugios estatales, incluyendo aquellos dirigidos por la Arquidiócesis de Boston, solo tienen espacio para 7.500 familias, un límite que probablemente se alcanzará a fines de octubre. El cardenal O'Malley solicitó a las parroquias que ofrecieran sus propios edificios como espacio de refugio si tenía las posibilidades de hacerlo. "El desafío es local en el sentido de que solo algunas de las vecindades y comunidades parroquiales contarán con refugios en sus áreas", escribió. "Sin embargo, el desafío es para todos nosotros como arquidiócesis".